martes, 24 de noviembre de 2015

cuando me comprometo con el momento, mi corazón queda expuesto


Si no nos comprometemos con el momento, estamos deseando otra cosa, fuera de lo que está sucediendo. Ahí elegimos la comodidad de los lugares mentales conocidos, los que no nos transforman, sino que se estancan, se congelan en el tiempo o en el cuerpo, quedan ahí, inertes, sin vida, repitiendo día a día la comodidad, el no estar.
Cuando me comprometo con el momento, mi corazón queda expuesto, se ve la vulnerabilidad de lo que simplemente soy, y nada más.
Para ello atravieso miedos profundos, realmente profundos, no hay forma de llegar al "compromiso con el momento" si primero no abrazo, contengo o venzo mis miedos, porque ellos van a ser los causantes de mi ausencia, de ir directamente al deseo evasivo, a la fuga, esas repeticiones.
El momento es.
Comparto esta experiencia, de cómo se me desmembranan los tejidos y pueden entonces dejar pasar fluidamente mis emociones.

Ja'frid Tomuch

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